Mil veces me ha apetecido plasmar mis reflexiones en el blog, pero luego pienso que es mejor no crear controversia y sólo hablar de lo bueno o lo superficial. Pero ¿sabes qué? Estoy un poco hartita ya de la falsedad del mundo de la moda y otros mundos donde sólo se ve lo bueno o lo fictício. Hay momentos en los que uno debe poder hablar de la VERDAD.
Y...ay amigos, si supierais la verdad de muchas de las cosas que veo, dejarías de idolatrar a algunas personas y/o sentir envidia de sus vidas porque no es oro todo lo que reluce.
A veces pienso que nos estamos olvidando de lo más importante y aunque suene cursi, no lo es: ser buenas personas. ¿Qué más da todo lo demás? Nada importa, ni la fama, ni el dinero...Os juro que he visto gente muy rica, con todo un imperio creado a su alrededor y tan pobre de alma al que al final ni el pobre más pobre es tan indigno como él. De hecho, este pobre, seguro es mil veces más grande en todos los sentidos.
Pasarse la vida trabajando para ser aceptado, reconocido, aplaudido. Nada de esto es malo si a la vez se cultivan los campos de la humildad, la amabilidad, la empatía y el respeto. Respeto significa respeto absoluto. Lo bueno de los haters es que te hacen fuerte y llega un momento en el que realmente dan totalmente igual, incluso resulta gracioso escucharles despotricar. A mí no me suelen caer muchas tormentas de ira por suerte, pero en general veo cada cosa que plasma descaradamente cómo se encuentra el mundo hoy en día. Me educaron para respetar a las personas, me guste o no me guste lo que hagan, sea de mi agrado lo que muestren o no. Con internet y la libertad de expresión de los anónimos el mundo ha destapado el infierno que corroe en sus entrañas y amigos...da mucho miedo. Pero no da miedo al receptor, sino al emisor, este individuo que aunque no se de cuenta, está generando en sus adentros un pequeño alien maléfico que en el futuro incluso llegará a convertirse en un cáncer o migrañas crónicas en el mejor de los casos.
Mi tía, que en paz descanse, me decía que nunca debía sentir nada malo hacia nadie porque ese mal generado quedaba dentro de mi cuerpo aunque no me diera cuenta. Es bonito aprender estas cosas y reforzarlas con la experiencia.
¿Sabes la historia de esta gente tan famosa y respetada que todo el mundo admira y un día sale en las noticias que se ha suicidado? Resulta incomprensible.
-Sí, lo tenía todo, el mundo estaba a sus pies, decían algunos.
Y aun así decidió quitarse la vida. Imagínate pues cuán infeliz debía ser. Por eso queridos, quiero que sepáis que vuestras vidas son maravillosas aunque no tengáis 12687 likes en Instagram.
Que al final todos somos iguales un domingo de resaca en nuestras casas y cuando vamos a comprar el pan. Que lo único que importa es el amor que hay dentro de uno mismo y lo bueno que se es con los demás.
Hace poco conocí a una artista que admiraba y al ver cómo trataba a su asistente y se volvía literalmente loca porque alguien le había tirado un poco de cerveza en su "one thousand dollar outfit" comprendí que mi primo del pueblo merecía mil veces más mi respeto.
Me siento tremendamente agradecida al tener unos amigos tan sumamente REALES, gente de verdad. Gente a la que puedo llamar si estoy triste, contenta, desquiciada o extasiada. Personas divinas que valen la pena de verdad, algunos famosos, otros cero. No necesito nada más en la vida, Sólo salud y amor.
Espero que vosotros tengáis lo mismo ;)


By Miranda Makaroff. Pincha aquí para ver su blog.

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